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Foto: Chloe Moore Photography

Esta foto la vimos hace casi un mes en el Facebook de Velo de Vainilla. Pensé que podría quedar como una inspiración rápida y válida para solo ser compartida en las redes sociales, pero la verdad es que me quedé con el gustito de analizar más estos vestidos extremadamente coloridos.

Cada vez más en Lima, como en otras ciudades de América Latina, se está haciendo común tener madrinas o bridesmaids en la boda.

Como nuestra inspiración vine casi siempre de Estados Unidos, vemos que allá arriba las madrinas suelen ser todas igualitas, con bouquets para cada una de ellas y que además tienen un papel muy protagónico durante y antes de la boda. A veces hasta un poco más que la propia familia.

En realidad ellas se envuelven muchísimo durante la organización. Ayudan de verdad a los novios con los avances de la boda.

Es válido estar atentas a las nuevas tendencias, pero siempre cuestionándolas y reubicándolas a nuestra realidad y personalidad. Sino, se van a ver muy forzadas y con carencia de identidad.

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Foto: Chloe Moore Photography

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Foto: Chloe Moore Photography

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Foto: Chloe Moore Photography

 

Ahora los vestidos: Son hermosos!

A veces por tener miedo de opacar a la novia, nos vamos por lo tibiamente seguro, cuando podríamos haberle puesto algo más. Me imagino que en un primer momento cuando Caren, la novia, pensó en que sus madrinas tengan este padrón de vestido, la deben haber visto como una loca. Y la verdad es que cuando sabemos aterrizar bien una idea, los resultados son excepcionales.

La boda fue de día, con sol, en un lugar abierto. La decoración fue romántica en tonos rosados que iban a gusto con la madera y verde de lugar. Teniendo esto en mente, los vestidos de sus madrinas estaban realmente en el mejor momento y lugar para ser usados: Con mucho espacio y al aire libre!

Cuando nos arriesgamos a usar colores así de contrastantes, un punto que juega a nuestro favor es dejarlos libres, es decir, estar en un lugar amplio.

Luego, si vemos de cerca, cada una de las 4 madrinas no tienen accesorios que nos jalen la mirada, ni peinados elaborados y mucho menos un maquillaje cargado. Y por último, el vestido es un corte simple y caída natural.

El vestido por sí solo demandaba atención y no necesitaba de extras para hacer resaltar la presencia y belleza de cada una de las amigas de Caren.

A lo que voy es que sí, en la mayoría de los casos se puede hacer que la idea que queremos, por más tirada de los pelos que parezca, cuando sabemos aterrizarla, observar a nuestro alrededor y escuchar a los profesionales que hemos contratado, hay un como establecer equilibro.

Ya saben que justamente este tema será tocado por Betania Tello de Backyard durante el 2do. Workshop de Velo de Vainilla, verdad? Esto es algo que me hubiera gustado saber antes de lanzarme a ver decoraciones para nuestros matrimoios civil y religioso.

2do. Workshop de Velo de Vainilla

En el día de la boda debe haber como un hilo que una todo, que todo suene como una melodía rica de escuchar.

Besos!

María Pía

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